Cirugía de revascularización miocárdica (bypass):
La enfermedad coronaria es la mayor causa de muerte en los países desarrollados y esto implica un alto costo económico y social. La causa de la enfermedad es la acumulación de colesterol en el interior de las arterias coronarias, lo que se llama arterioesclerosis. Esto va disminuyendo la luz de la arteria y el pasaje de sangre se hace cada vez menor, motivo por el cual comienzan a aparecer los síntomas.
La cirugía de bypass coronario es una técnica que se utiliza desde hace más de 40 años, ampliamente difundida y practicada para el tratamiento de la enfermedad coronaria. Tiene sus indicaciones precisas y su médico podrá detallarlas. Consiste en realizar un puente o bypass de la zona enferma por la arterosclerosis, con un injerto extraído del propio paciente, para asegurar al corazón un flujo de sangre adecuado.
Para los injertos se utilizan venas o arterias, las venas se extraen en su mayoría de los miembros inferiores y las arterias de la pared interna del tórax (arterias mamarias o torácicas internas), del antebrazo (arteria radial) o del abdomen (gastroepiploica). Este procedimiento puede ser realizado con la asistencia de la bomba de circulación extracorpórea (con CEC) o sin ella (sin CEC), dependiendo factores de la enfermedad coronaria y del propio paciente.
El uso de la circulación extracorpórea permite realizar la cirugía con el corazón detenido, ya que la “bomba” conectada al paciente es el dispositivo que mantiene sus funciones vitales estables (presión arterial, temperatura, oxigenación de la sangre) mientras transcurre la intervención. El número de bypass que se realizan por paciente depende del número de arterias enfermas por consiguiente el cirujano puede efectuar 1 o más bypass en un mismo paciente.
Al igual que para otro tipo de cirugía, éstas pueden ser realizadas con incisiones a nivel del esternón o en algunos casos dependiendo del número de vasos enfermos, con incisiones pequeñas (mini-toracotomía).
- arteria mamaria interna derecha.
- bypass con arteria mamaria interna izquierda pediculada.
- bypass con arteria radial.
- bypass con arteria mamaria interna en injerto libre.
- bypass con vena safena.
Cirugía coronaria sin circulación extracorpórea
La revascularización miocárdica sin circulación extracor-pórea (sin CEC) es una estrategia quirúrgica que ha sido usada desde el comienzo de la cirugía coronaria. Para ella se realiza la intervención con el corazón latiendo, dependiendo el paciente de éste para mantener sus funciones vitales, sin ayuda de la “bomba” de circulación extracorpórea.
El desarrollo tecnológico, con la introducción de los “estabi-lizadores epicárdicos”, dispositivos que nos permiten exponer e inmovilizar la arteria coronaria en el sector en que debe recibir el injerto, ha posibilitado la realización de meticulosas suturas arte-riales con la misma precisión de la cirugía con CEC y el corazón detenido.
La cirugía sin CEC intenta disminuir una gran parte de la morbilidad quirúrgica que podría produrcise con la “bomba” como son la respuesta inflamatoria sistémica, las alteraciones de la función pulmonar, alteraciones de la coagulación con mayor necesidad de transfusiones, daño neurológico y renal y arritmias cardíacas postoperatorias.
La cirugía con CEC necesariamente obliga a manipular la aorta torácica ya que debemos pinzarla, para detener el corazón y conectar el resto de la circulación a la “bomba”. Poder prescindir de pinzar la aorta ascendente, conlleva una reducción añadida de las complicaciones neurológicas.
Si a esto último le sumamos la posibilidad de realizar la cirugía coronaria con injertos exclusivamente arteriales, nos aseguramos definitivamente no tocar la aorta ascendente con los beneficios mencionados.
Para nosotros, los beneficios de la no utilización de la CEC son claros y definitivos en la decisión de la estrategia quirúrgica. Diversos trabajos confirman una dismunución de todas las complicaciones descritas.